Prepárese para entrar en los secretos de Dios, por medio de la oración...
Aprender a orar es aprender a confiar en que Dios es el Dios de las circunstancias.
Recuerde que muchas cosas valiosas las aprendemos en medio de las crisis, y que es nuestro corazón el que tiene que clamar y gemir.
La oración es un camino para que conozcamos a Dios, es un camino para buscar a Dios...
Prepárese para el quebrantamiento de corazón, pero aliéntese en medio de su flaqueza, porque Dios ha establecido la oración como un medio para revelarse al alma.

-Horacio A. Alonso-

Libro: La identificación con Cristo